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El TPP reconfigurará la dinámica comercial entre América y Asia

El impacto del acuerdo Transpacífico es controvertido, en especial, para sectores específicos en cada país miembro.

Por: | Publicado: Martes 13 de octubre de 2015 a las 04:00 hrs.
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Doce naciones alcanzaron un acuerdo sobre la Asociación Transpacífico (TPP, su sigla en inglés) la semana pasada, dando el visto bueno a una serie de medidas diseñadas para reducir las barreras comerciales, al mismo tiempo que solidifican estándares regulatorios relacionados con el medio ambiente, mercados laborales y derechos de propiedad intelectual. Chile, México y Perú se unieron a EEUU, Japón, Canadá, Vietnam, Singapur, Brunei, Nueva Zelandia, Australia y Malasia en alcanzar un acuerdo.

Si es ratificado, el TPP sería el acuerdo comercial más grande y más importante firmado desde que concluyó la ronda de Uruguay de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 1994, y entregará algo de apoyo a los flujos comerciales que se han recuperado lentamente después de la crisis financiera global, pese a que puede crear fricción en sectores previamente protegidos. El texto acordado se hará público en las próximas semanas. El documento debe ser entregado ahora al Congreso de cada país.

Los grandes acuerdos comerciales multilaterales no han estado de moda por dos décadas, ya que el Tratado de Libre Comercio de las Américas y la ronda de Doha de la OMC han quedado inconclusos. Entretanto, los acuerdos comerciales bilaterales y de pequeña escala han entrado en vigor, reduciendo modestamente las barreras sin la complejidad de la negociación multilateral. El TPP mismo surgió de una serie de discusiones comerciales de menor escala que culminaron en el acuerdo P4 de 2006 entre Chile, Nueva Zelandia, Singapur y Brunei. Después de docenas de rondas de negociación formales que se extendieron por cinco años, los doce países del TPP anunciaron un acuerdo el 5 de octubre que, si se ratifica, incluiría a un 36% del Producto Interno Bruto mundial, un tercio del comercio internacional y más de 700 millones de personas. A diferencia de acuerdos del pasado que se han preocupado principalmente de los aranceles del comercio formal, el TPP se centra en las barreras no arancelarias al comercio en servicios, regulación de Internet, reglas de origen y derechos de propiedad intelectual.

El impacto variará

El impacto del TPP varía entre los doce países. En EEUU es visto como un contrapeso geopolítico importante a la creciente influencia de China. EEUU está interesado en escribir “las reglas del camino”, que están “disponibles en Asia”, según la oficina del Representante Comercial de EEUU. México y Canadá ya están altamente integrados, y ya envían más de un 80% de sus exportaciones hacia -y reciben casi un 60% de sus importaciones de- países del TPP. Chile tiene una sólida historia de libre comercio y ya tiene algún tipo de acuerdo comercial con cada uno de los otros países del TPP. La membresía y compromiso de Chile es una señal del deseo del país de jugar un rol clave en la agenda comercial, al tiempo que profundiza sus lazos con Asia. Perú, por su parte, ha iniciado su impulso por una liberalización comercial recién en la última década, pero se ha convertido rápidamente en un jugador importante de los commodities.

Los negociadores chinos estuvieron notablemente ausentes de las conversaciones del TPP, pese a su fingido interés por unirse al proceso en 2013 y a sugerir que podrían unirse más tarde. Sin embargo, el acuerdo aborda implícitamente a China en varias ocasiones, especialmente a través de reglas adicionales para empresas estatales y reglas de origen. Algunos políticos y analistas latinoamericanos reconocen que el TPP tiene un rol geopolítico que jugar en la lucha de poder chino-estadounidense, pero Perú y Chile no han tomado lados y ambos tienen acuerdos comerciales con Beijing.

Sectores bajo presión

El TPP es controvertido, en especial para sectores específicos en cada país participante. En México, la Cámara de Comercio México-EEUU estima que las exportaciones mexicanas podría crecer hasta US$ 150 mil millones en los próximos cinco años bajo el TPP. Incluso si esta estimación optimista se cumple, es probable que el acuerdo dañe a varios sectores clave, incluyendo a las partes de auto, azúcar, textiles y productos lácteos.

La industria automotriz mexicana ha crecido significativamente en años recientes, debido a salarios competitivos y a una serie de acuerdos comerciales que convierten al país en un trampolín clave hacia los mercados automotores de EEUU y Europa. El TPP reducirá algunas de estas ventajas, especialmente vis-à-vis el mercado estadounidense, al permitir que las automotrices asiáticas ventajas similares. Durante el proceso de negociación del TPP, México buscó estrictas reglas de origen sobre las partes de autos, lo haría más difícil que los productores asiáticos tomaran ventaja del acuerdo para ganar participación de mercado en EEUU.

El texto final del TPP supuestamente requiere que entre 32,5% y 45% de piezas de automóviles sean locales para que los beneficios del TPP apliquen, lo que es significativamente menor que el 62,5% requerido por el NAFTA y preferido por México. El TPP también representa una amenaza para la fuerte posición de los productores textiles mexicanos, cuando Vietnam es un productor de bajo costo que podría comandar la cuota de mercado.

Varios miembros del TPP fueron particularmente vehementes en su insistencia sobre que los derechos de propiedad intelectual se limitarán a las industrias médicas, especialmente, biológicas. La ley estadounidense protege los datos biológicos durante 12 años, lo que las compañías farmacéuticas dicen ayuda a incentivar la inversión y el desarrollo de medicamentos que salvan vidas. En muchos países del TPP, tales datos están protegidos durante cinco años, lo que hace que sea más fácil desarrollar medicamentos genéricos. Australia y Chile, entre otros, argumentaron que el alargamiento de la protección de los datos biológicos haría medicamentos más costosos e aumentaría injustamente los costos de la salud pública. Al cierre de las negociaciones, los negociadores chilenos señalaron que se había mantenido el límite de cinco años.

EIU espera que el TPP entre en vigor en 2017 si el equilibrio político actual se mantiene en países clave, especialmente en Canadá y Japón.

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